Por qué la rebelión egipciana popular es el mayor evento histórico en una década, y cómo Barack Obama perdió su oportunidad.

(inglés)

ليس هناك جيش أقوي من فكرة حان وقتها

(Arriba: No hay ejército más poderoso que una idea cuyo tiempo ha llegado.)

Estoy escribiendo esto el 28 de enero de 2011 a las 11:53am, hora del Cairo. Aunque esté a un océano de distancia del Cairo. Pero, como alguien escribió el otro día en Twitter, ayer, todos eramos Túnez; hoy todos egipcios, y mañana, todos seremos libres. Así que escribiré esto con la hora del Cairo.

Hace tres días, leí el documento “Estado de la Unión” de Barack Obama. Lo entregó el mismo día que las protestas del #jan25 empezaban en Egipto. Me consternó el hecho de que no haya mencionado las protestas porque son más importantes que cualquier otra cosa que haya mencionado. Este ensayo es un intento de explicar por qué son tan importantes, por qué Obama las ignoró y cuáles son los posibles resultados de esa decisión.

¿Cómo es el Egipto?

Para los lectores que no saben mucho sobre Egipto, como la mayoría de los estadounidenses, este es mi intento por resumir un país de ochenta millones de personas en tres minutos. Egipto no es una república, no más que lo que es la República Popular China. Egipto es una dictadura brutal gobernada por el mismo dictador desde 1981. 29 de esos años bajo regulaciones de urgencia. Ese dictador, Hosni Mubarak, fue el vice-presidente del dictador anterior, Anwar Sadat que, a su vez, era el vicepresidente del dictador anterior, Gamal Badel Nasser quien ejerció el poder de manera absoluta desde 1956. Egipto ha estado bajo un sistema unipartidista desde 1952, y aunque el partido gobernante ha cambiado su nombre varias veces, jamás perdió el poder.

La influencia y la calidad de vida de Egipto han ido decayendo durante el régimen de Mubarak. Algunos partidos de la oposición ahora son formalmente permitidos. Actualmente ocupan el 3% del parlamento egipcio. Todos los partidos opositores influyentes están prohibidos y la prensa es fuertemente censurada. Mohamed ElBaradei, un egipcio que ganó el Premio Nobel de la Paz por su trabajo en contra de la proliferación nuclear se mudó a Viena para poder encontrar reporteros que quieran hablar con él.

Egipto es desesperadamente pobre. La mayoría del país depende de la caridad alimentaria para su supervivencia. Egipto es uno de esos países a los cuales Estados Unidos envía prisioneros para que, durante años, sean golpeados, electrocutados y violados por la policía Egipcia como medio de interrogación. (Abu Omar y Ahmed Osman Saleh son dos de los más conocidos casos) De hecho, su reputación en lo que se refiere a tortura estaba tan bien establecida que fue el primer aliado elegido por Estados Unidos para su programa de “rendición extraordinaria”. Los policías egipcios son famosos por su falta de controles. El año pasado Khaled Said estaba sentado en un cyber café; dos policías entraron y pidieron ver la identificación de todo, lo cual está en contra de la ley egipcia. Él se negó por lo cual lo arrastraron afuera, lo golpearon hasta la muerte y tiraron su cuerpo en la calle.

Egipto es, además, uno de los mayores receptores de US Aid (programa de ayuda estadounidense) en el mundo, mucha de esa ayuda está destinada a las fuerzas de seguridad - la mismas fuerzas que golpean y disparan a protestantes con gases lacrimógenos hechos en Estados Unidos, balas de goma y, ahora, balas de plomo.

Gran parte del ejército de Egipto, el décimo más grande en el mundo y el más grande de África, es básicamente financiado por los Estados Unidos. Egipto produce armamento diseñado en Estados Unidos, como por ejemplo el tanque M1 Abrams. Sin soporte político y financiero de Estados Unidos, en Egipto generalmente se cree que la actual dictadura hubiera caído hace décadas.

Como dijo Shahi Hamid, “Si el ejercito decide disparar a una multitud de protestantes desarmados, será con equipos provistos por los Estados Unidos”.

De cualquier modo, Steven A. Cook de la CFR dice, que todos esos soldados “no están para proyectar poder sino para proteger al régimen”. Él llama al ejército egipcio “el último instrumento de control político”. En otras palabras, todas esas armas son compradas para ser usadas contra los egipcios, no para proteger a Egipto.

Este es exactamente el tipo de situación que genera terrorismo no-gubernamental: una ciudadanía sin poder, mantenida en calma sólo por el poder militar, un inconfiable y corrupto dictador mantenido por un país lejano, viendo como su futuro se destruye de año en año - todo para que ese país lejano tenga un “amigo confiable” que apoye las metas políticas a las que esa nación se opone. Este país cumple con el perfil de tanto Arabia Saudita como Egipto y ha sido así por décadas. Y, de hecho, el terrorismo no-gubernamental, ha estado creciendo por décadas y, en 2001 un egipcio estrelló un avión contra un edificio de los Estados Unidos con la ayuda de 15 sauditas y algunos tipos de otros países. No hemos empezado a ver cómo termina todo esto.

Las elites de Estados Unidos creen que destruir los sueños de oportunidades y justicia del pueblo egipcio año tras año es un precio que pueden pagar para mantener a Egipto como un aliado en la región. Es entendible que las elites de Estados Unidos no sean demasiado populares entre los egipcios.

La revolución en Túnez.

El mes pasado hubo una revolución en Túnez. Empezó cuando Mohamed Bouazizi, de Sidi Buiz, se suicidó. Hay un treinta por ciento de desempleo en Sidi Bouizd. A los 26 años, él se ganaba la vida como vendedor de frutas, uno de tantos trabajos marginales que él había desempeñado desde los diez años - hasta que un oficial de policía le dio un cachetazo en la cara, lo escupió, confiscó su carro de frutas y su balanza electrónica y lo golpeó.

Mohamed Bouazizi, entonces, se quemó hasta la muerte en forma de protesta.

Esto disparó una serie de protestas masivas por parte del pueblo de Túnez y, luego de un mes, el régimen de 23 años del dictador Ben Ali terminó y escapó del país. Esta fue la primera rebelión popular árabe en la historia.

Mientras escribo esto, el nuevo gobierno todavía se está reordenando; ayer seis ministros remanentes de Ben Ali renunciaron. Es posible que el nuevo gobierno no sea realmente democrático pero parece ser que las protestas continuaran para hacer el país ingobernable hasta que haya al menos una promesa creíble de mejoras.

La dictadura de Túnez ha sido un aliado confiable y estable del gobierno Estado Unidense para lo que es torturas. Hay muchos debates sobre qué es lo que hizo que esta revolución se produzca ahora y no en los 23 años anteriores. Tal vez la situación económica fue lo suficientemente mala, tal vez fue la cobertura de Al-Jazeera, tal vez fue la masa crítica de tunecinos que tuvieron acceso a Twitter y Facebook para organizarse, tal vez fueron los cables estadounidenses filtrados por Wikileaks los que dispararon la furia o que hicieron que su dictador, apoyado por los Estados Unidos, era más débil que lo que aparentaba.

El levantamiento en Egipto.

Lo que sea que haya pasado en Túnez, Egipto debe haber sido un caso similar. La historia que menciono anteriormente sobre Khaled Said ha sido un punto de partida.

(El compendio de fuentes de Liz Henry es bueno)

El 25 de Enero, Día de la Policía, casi cien mil personas protestaron en las calles - la mayoría de manera pacífica. Esa fue la protesta más grande desde 1977, cuando Sadat recortó la ayuda alimentaria. Hubo arrestos masivos pero sólo de algunos centenares de personas. Un policía fue asesinado por el impacto de una roca y varios manifestantes fueron asesinados. El gobierno ilegal y erradamente bloqueó los sitios de Twitter, Facebook, Bambuser, el periódico opositor Dostor y otros servicios. La Hermandad Islámica, el partido más fuerte de la oposición (uno de los ilegales) no participó en las protestas.

Un camarógrafo freelance de Al Jazeera sobrevivió a once tiros de balas de acero revestidas en goma las cuales le fueron removidas mediante cirugía días después. Hubo un rumor de que Gamal Mubarak, hijo del dictador, tuvo que volar a Inglaterra con su familia.

Nour Ayman Nour, hijo de Ayman Nour, líder del partido El Ghad fue arrestado en una protesta pero escapó.

Hillary Clinton calificó al gobierno de Mubarak como “estable y buscando maneras de responder” a las demandas de los manifestantes.

El 26 de Enero, las protestas continuaron y los activistas planearon grandes manifestaciones para el 28 de Enero, luego de los rezos. La policía comenzó a dispararle a los protestantes con perdigones en vez de balas de goma. Cientos de detenidos fueron incomunicados sin derecho a abogados. (el Ministerio del Interior afirmó haber detenido 860 personas).

Hillary Clinton dijo que Mubarak debería permitir que los manifestantes llevaran a cabo sus protestas y que “deberían implementarse reformas”. Multitudes quemaron edificios del gobierno en Suez y se reportaron masacres. El ministro Rachid canceló su viaje al Foro Económico Mundial.

El 27 de Enero, al menos tres personas más murieron. Mohamed ElBaradei volvió a Egipto. Multitudes ingresaron a las morgues de Suez para recuperar los cuerpos de los muertos. El mercado de acciones dejó de comercializar por 45 minutos debido a la rápida caída de los precios de las acciones. 140 manifestantes fueron acusados de sedición. Se rumoreó que Ahmed Ezz, el hombre más rico del país, había abandonado el país. La Hermandad Islámica llamó a participar en las protestas del viernes. Una multitud quemó una estación de bomberos en Suez.

Egipto canceló los partidos de futbol. ElBaradei publicó una editorial llamada “Manifiesto para un cambio en Egipto”.

Una protesta mayor es planeada para el 28, justo después de los rezos de la tarde. En la mañana del 28 de enero, se apagó el acceso nacional a internet, los servicios de mensajería de BlackBerry y los SMS y hay reportes de que los teléfonos satelitales están interrumpidos. Los medios noticiosos están supuestamente inhabilitados para reportar. Las radios amateur y los sistemas telefónicos todavía están operativos, incluso internacionalmente.

Mona Eltahawy, un periodista expatriado Egipcio ha advertido que esta oscura cortina siendo desplegada al rededor de Egipto está destinada a permitir una masacre.

La policía comenzó arrestos masivos de activistas de la Hermandad Islámica y oficiales de policía empezaron a prender fuego autos sin razón aparente. Joe Biden, dijo que él no podría llamar dictador a Mubarak.

Un ISP sigue conectado internacionalmente, permitiendo a bancos, el mercado de valores y los activistas alcanzar al resto del mundo.

¿Qué es lo que se puso de evidencia en Egipto?

Primero, que Mubarak puede caer. El nuevo gobierno podría ser democrático, militar, o islámico. 80 millones de personas podrían ser liberados de la tiranía.

Túnez es un pequeño país con una pequeña influencia. Egipto, sin embargo, es uno de los mayores y más poderosos países del Medio Este y África. Es hogar de la universidad al-Azhar, origen de muchos de los movimientos políticos del Medio Este; y tiene una enorme fuerza militar.

Su gobierno es, actualmente, un aliado clave de los Estados Unidos en la región. Si Egipto se democratiza es muy posible que otros autócratas árabes también sean depuestos por levantamientos populares. Cientos de millones de personas podrían arrebatar sus futuros de las manos de los autócratas avaros que hoy por hoy los gobiernan.

Es posible que esa transición pueda resultar en más violencia a corto plazo, pero menos a largo. Y la influencia de Estados Unidos sería dramáticamente reducida.

Por otra parte, el ejército podría masacrar cientos de miles de personas, poniendo final todas esas armas y bombas fabricadas y pagadas por Estados Unidos. Hay, seguramente, cierto nivel de violencia en el cual las personas serían intimidadas, incluso si no tienen nada que perder luego.

La elección de Obama de ignorar a los activistas egipcios.

En su discurso, Barack Obama habló, naturalmente, sobre los Estados Unidos; pero también habló sobre Corea, Rusia, Chile, China, India, Afganistán, Irak, Panamá, Pakistán, Brasil, El Salvador, Sudan y Colombia. También dijo que apoya la revolución en Túnez:

Y vemos como el mismo deseo de ser libres en Túnez, donde la voluntad del pueblo probó ser más fuerte que la voluntad de un dictador. Y esta noche, seamos claros: Los Estados Unidos de América apoyan al pueblo de Túnez y apoya las aspiraciones democráticas de todas las personas.

Pero no dijo ni una palabra sobre Egipto.

Por supuesto, “aportar las aspiraciones democráticas de todas las personas” significaría que el apoya a los manifestantes egipcios en sus esfuerzos de liberar su nación de un dictador despiadado. Pero el vice-presidente de Obama dice que ni siquiera cree que Mubarak sea un dictador y que las demandas de algunos manifestantes no son “legitimas”.

Obama es un político de primera clase, tal vez el mejor del mundo. No omitió a Egipto por accidente. Parece ser que simplemente está continuando la política anteriormente descripta, apoyando al gobierno egipcio sin importar que tan opresivo es porque puede que sobreviva y cree que su apoyo es esencial.

Tal ves él ha calculado que cualquier nuevo gobierno será, posiblemente, anti estadounidense, así que no tiene nada que perder al apoyar a Mubarak. O tal vez piensa que puede salirse con la suya no tomando ningún tipo de acción real y luego clamando que siempre ha apoyado las aspiraciones democráticas del pueblo egipcio.

De cualquier modo, su apoyo fortalece a Mubarak en la masacre que planea en apenas unas horas. La sangre de algunos egipcios inocentes será derramada en manos de Barack Obama.

Habitualmente es difícil y peligroso tomar el lado de la justicia, el derecho, la libertad y la democracia. Pero aquellos que están contra ello no serán bien recordados por aquellos que pusieron sus vidas en peligro. Obama ha elegido la cobardía y el pragmatismo por sobre los principios y la honestidad. Y esa decisión destruye su retorica rimbombante mucho más que cualquier elección de palabras que haya podido hacer.

Por Kragen Javier Sitaker, @kragen on Twitter. Traducción al castellano por Juan Ignacio Iglesias.